martes, 21 de julio de 2009

Venezuela: Uno de los sueños de Fidel Castro

"Comprometámonos a seguir haciendo de la Patria el ejemplo que convierta a Los Andes en la Sierra Maestra del continente americano."
Fidel Castro
Santiago de Cuba. 26-07-1960
Su sentimiento mesiánico de redentor, su auto convicción de líder de lo que consideró siempre la verdadera independencia de América, se manifestó desde el primer año del triunfo revolucionario por lo que extendió su proyecto desestabilizador por todo el hemisferio, siendo Venezuela su principal objetivo y una especie de perla de la corona en su delirio de transportar el modelo soviético a América Latina.
Aunque fracasó en sus primeros intentos nunca abandonó el sueño, solo que como un hábil oportunista político supo ajustar sus estrategias y espero una circunstancia que le fue dada en la persona de Hugo Chávez.
La subversión que conmocionó a Venezuela durante años y que dejó un alto saldo de pérdidas humanas y económicas tuvo el pleno patrocinio del dictador cubano. Castro apoyó la mayor parte de las fuerzas subversivas con armas y dinero. Entrenó y prestó apoyo político a muchos subversivos y alentó desde la isla a todo lo que en alguna medida pudiera afectar la democracia venezolana. Respaldó moral y políticamente a los enemigos de la democracia.
Repasemos párrafos de discursos de Fidel Castro en los que alentaba y expresaba su apoyo irrestricto a la subversión.
11-02-61: En La Habana.
Cuba se siente con derecho para estimular la Revolución en América Latina.
02-01-62: Plaza de La Revolución. La Habana.
En Venezuela se han reunido dos títeres, los dos farsantes: Rómulo Betancourt y Lleras Camargo... servidores miserables del imperialismo...y los imperialistas no podrán aplastar el movimiento revolucionario venezolano.
26-07-64: Santiago de Cuba.
Que el gobierno de Venezuela convoque al pueblo de Caracas, que convoque a los estudiantes, que convoque a los trabajadores y a los campesinos, que les dé fusiles y pregunte después cuánto dura ese gobierno... las gloriosas fuerzas Armadas de Liberación Nacional de Venezuela, se hacen cada vez más fuerte, tiene numerosas bases guerrilleras, que no han podido ser aplastadas por el gobierno pro-imperialista y corrompido que sucedió al igualmente corrompido y pro-imperialista de Betancourt.
02-01-67: Conmemoración VIII Aniversario de la Revolución.
Nuestro mensaje de solidaridad a los heroicos combatientes Douglas Bravo, cuyo gesto firme y profundamente revolucionario contribuyó a salvar la revolución venezolana de la crisis; nuestro mensaje a Luben Petkoff, a Prado, a todos los combatientes de Falcón y el Bachiller.
13-03-67: Aniversario del ataque al Palacio Presidencial de Cuba. La Habana.
Proclamamos una vez más nuestra simpatía y solidaridad sin vacilación alguna con los guerrilleros que combaten en El Bachiller, con los combatientes que en las ciudades desafían la represión y la furia de la tiranía……nosotros solo reconocemos como representante de los Pueblos a los revolucionarios nosotros solo restableceremos relaciones diplomáticas con gobiernos revolucionarios de esos países...Sabemos que algún día también Venezuela alcanzará su victoria y que se cumplirá esa heroica consigna de hacer -"la patria libre o morir por Venezuela" que es como nuestra consigna -de Patria o Muerte. Venceremos.
19-04-67. Acto conmemorativo del VI Aniversario de Playa Girón.
Y es lo cierto que el movimiento guerrillero crece en Venezuela y que ya hay algunos destacamentos fuertemente armados que inspiran miedo al régimen...y que en El Bachiller se mantienen firmes las fuerzas guerrilleras, pese a la ofensiva del ejército venezolano.
Recordamos con claridad los ataques directos de todo tipo que patrocinó Fidel Castro contra Rómulo Betancourt y Raúl Leoni. Las expresiones contra la dignidad de esos dos mandatarios, contra la trato de convertir en caricaturas. Sus ataques contra Venezuela fueron muchos y profundos porque nunca perdonó ni entendió que Venezuela se diera una Revolución Democrática como la del 23 de Enero de 1958.
Los fracasos de su régimen, de la Revolución que traicionó han sido muchos. El totalitarismo castrista ha fracasado en Cuba y en el exterior, y quizás su único logró fue descubrir a Hugo Chávez, que sin dudas ha sido su servidor mas fiel e incondicional.

Pedro Corzo

domingo, 12 de julio de 2009

Reelecion de Insulza.¿Un favor de Chavez?

José Miguel Insulza llegó a la Secretaria General de la Organización de Estados Americanos de casualidad, el titular, el ex presidente de Costa Rica, Miguel Ángel Rodríguez, renunció en el 2004 por acusaciones de corrupción, y el organismo estaba urgido de elegir un nuevo director.
Insulza cuenta con un amplio currículum político y de conocimientos profesionales. Fue ministro de Relaciones Exteriores, del Interior y vicepresidente de Chile. En su juventud fue cristiano demócrata, aunque apoyó  la presidencia de Salvador Allende. Posteriormente se integró a la denominada corriente renovacionista de Partido Socialista.
El canciller mexicano Luís Ernesto Derbez, fue otra opción para ocupar la secretaria general de la OEA.
A lo largo de cinco votaciones que resultaban en empate de 17 votos, los cancilleres de los 34 países acordaron clausurar la sesión y convocó a una nueva consulta.
Otro candidato, el ex presidente salvadoreño Francisco Flores, que contaba con el apoyo de Estados Unidos, renunció al darse cuenta de las limitadas posibilidades que tenía de resultar electo. Washington respaldó la pretensión de Derbez, después que Flores renunció a sus aspiraciones.
El cerrado empate entre los aspirantes motivó a los gobiernos de Chile y México, a la búsqueda de votos que algunos llegaron a denominar como una cacería.
Insulza, ante la situación dijo que existían grandes presiones para que no votasen a su favor, agregando que agradecía el apoyo recibido por suramericanos y caribeños, porque estos habían soportado las supuestas presiones. No mencionó quien o quienes forzaban en su contra, pero si fue cierto que recibió al menos diez votos de los países del Caribe, con los que el presidente Chávez ha forjado una sólida alianza.
Por su parte México denunció que algunos estados estaban ofreciendo respaldo económico a los gobiernos que apoyaran a Insulza, y aunque no hubo una acusación directa, en los círculos diplomáticos y políticos de la época se comentó  que Hugo Chávez era uno de los principales promotores de la candidatura del socialista chileno y que compraba voluntades sin el menor rubor.
El canciller mexicano desistió de su postulación en la confianza de que Insulza iba a hacer otro tanto, pero no fue así. El chileno mantuvo su opción y ganó solo con tres  votos en contra: Perú, Bolivia y México. Contó con el apoyo de Estados Unidos que en principio rechazó su candidatura. No hubo elección de consenso como afirman sus partidarios.
Según un articulo del Clarín, firmado por Ana Barón, corresponsal de ese medio en Washington, el artífice principal de este giro fue el embajador chileno ante la ONU, Heraldo Muñoz, amigo personal durante años de la ex-secretaria de Estado Condoleezza Rice.
El canciller chileno, Ignacio Walter y Muñoz, explicaron a  Rice que no veían una eventual victoria de Insulza como un triunfo de Venezuela. Le explicaron que el apoyo de Chávez a Insulza era un soporte más y que Chile no iba a cambiar su política exterior por ese respaldo.
José Miguel Insulsa desde que funge como  secretario General de la  OEA, ha tratado de ser complaciente con las corrientes más extremistas del hemisferio, según dicen algunos por sus convicciones ideológicas pero también para asegurar que las fuerzas  de la Concertación, la coalición gobernante en su país, le respaldaran en su pretensión de alcanzar la presidencia de Chile.
La Tercera, diario chileno, informó que el candidato que apoyaba Insulza, si hubiera sido postulado, era el ex presidente panameño, Arístides Royo. También reseñaba que Chávez procuró el respaldo  de Insulza para un postulante alternativo que era de especial interés para el gobierno venezolano.
Pero no es un problema para la OEA, institución muy desacreditada desde hace años por su ineficiencia, que su funcionario principal tenga otras aspiraciones, lo que si es negativo y objeto de críticas justificadas es la parcialización de ese funcionario en los diferendos que se han presentado en el hemisferio en los últimos cuatro años.
La Organización de Estados Americanos ha coincidido estratégicamente, ideológica y políticamente, con el Grupo de la Alianza Boliviarana de las Américas, artífice de todo el operativo político contrario al derrocamiento de Zelaya, que tuvo lugar en Managua a las pocas horas de la destitución del mandatario. A ese encuentro se sumaron otros gobernantes entre ellos, el monarca cubano Raúl Castro, quien pidió abiertamente una intervención de Estados Unidos, que en este caso no violaba el sacrosanto principio de la No Intervención y Respeto de la Soberanía de los Pueblos, por los que tanto clama la izquierda decimonónica.
No obstante, lo ocurrido en la OEA en relación a Zelayas, para bien o mal, no tiene precedentes y por lo tanto es obligado regresar al pasado reciente del continente para valorar la integridad de Insulza.
Las agresiones de Chávez a Colombia,  y su apoyo a los terroristas de las FARC nunca han sido condenados por Insulza. El ex presidente Lucio Gutiérrez, que también tuvo veleidades chavistas, fue derrocado en abril del 2005 por congresistas de la oposición que adujeron que el mandatario había abandonado su cargo, lo que no fue cierto. La acusación contra Gutiérrez era trivial, sin sentido. Aun así fue derrocado y la OEA, que ya dirigía Insulza, hizo mutis por el foro. Gutiérrez, recientemente citó informes de inteligencia militar y policial de que en el golpe de estado en su contra habían actuado agentes venezolanos.
 Bajo el gobierno de Rafael Correa, Ecuador, la OEA ha tenido más de una oportunidad para pronunciarse sobre los abusos de poder de ese mandatario, otro tanto ha podido hacer por los actos de despotismo electoral de Daniel Ortega y de Hugo Chávez, que han perseguido a los políticos de oposición que han triunfado en comicios regionales y locales y modificado las legislaciones de las instancias publicas que han pasado al control por elecciones de sus rivales políticos.
 Bolivia, otro miembro del Alba, ha merecido una mayor atención del Secretario General, pero no ha sido así. La OEA ha sido muy discreta, parca y parcializada como dicen muchos analistas con las diversas crisis bolivianas, tal y como actuó con Honduras, que aparentemente espero el desenlace de una crisis anunciada,  que el organismo hemisférico pudo haber evitado.
José Miguel Insulza es ciego y sordo a la política expansionista y desestabilizadora de Hugo Chávez, al igual que a sus pretensiones de reelegirse indefinidamente, porque según afirman algunos analistas está consciente  que si París bien valía una misa para Enrique IV, la reelección en la OEA merecer ser ciego, sordo y mudo a las tropelías del déspota venezolano.

Pedro Corzo

viernes, 10 de julio de 2009

Los Militares entre la Libertad y el Miedo

La toma del poder político por parte de los militares no es una novedad en el hemisferio. Ejemplos lamentablemente sobran y sin temor podemos decir que no hay país en el continente que en uno o varios periodos de su historia no haya padecido la voluntad cuartelaria de un general transformado en presidente, sin el apoyo del pueblo que dice representar.No obstante todo parece indicar, a pesar del reciente golpe militar que tuvo lugar en Honduras, que en el siglo XXI los cuarteles han dejado esa triste historia atrás, y que han asumido la conciencia de que sus deberes están limitados a lo que las constituciones y los políticos electos determinen. Mas aun, ya a finales de la última década del pasado centenio fueron pocos los golpes de estado y sin dudas el más recordado, a pesar de que fracasó estruendosamente, fue el que personificó Hugo Chávez en Venezuela. Promotor en la actualidad de otro tipo de estrategia, que aunque no usa a los militares como escudo, no deja de ser una estrategia antidemocrática.Otro ejemplo que también tiene como escenario a Venezuela y que tal vez fue el primer reflejo del cambio de mentalidad entre los militares, fue el golpe de estado contra el presidente Chávez en abril del 2002. Los militares ante la orden de Chávez de sacar los tanques a la calle para aplastar la masiva protesta popular contra su gobierno, demandaron la renuncia del mandatario, quien nada perezoso y mas preocupado por su vida que por la dignidad de su cargo, presentó la renuncia, la que hizo conocer con extrema rapidez su ministro de Defensa de entonces, el general Lucas Rincón.Lo peculiar es que los generales y almirantes venezolanos, 2002, no buscaron el gobierno como habían hecho unos años antes sus pares de Argentina, Brasil y Chile. Se estableció un gobierno civil, que aunque efímero, no fue militar. Después se produjo un contragolpe en el que de nuevo los militares tuvieron un papel trascendental, pero en esa ocasión para restituir al presidente Chávez. Todas estas situaciones complejas, contradictorias y novedosas, han conducido a muchos analistas a considerar que Venezuela se ha convertido en una especie de laboratorio político que crea un virus específico para el tipo de desestabilización que demande cada país. Una estrategia de la subversión en la que es vital la generación del caos social, la provocación de la violencia oficial y por supuesto la cooperación de los gobierno y fuerzas políticas internacionales que formen parte del denominado proyecto del socialismo del siglo XXI.Es interesante destacar que Venezuela que en su momento estuvo a la vanguardia de la independencia americana gracias al liderazgo de Simón Bolívar, está otra vez a la delantera en un peligroso debate entre conceptos ideológicos y políticos excluyentes, que al parecer van a ocupar las posiciones más preeminentes en la política continental en los próximos años. Otro ejemplo del aparente cambio de mentalidad de los militares que también tuvo lugar en Venezuela, fue que el sector castrenses venezolanos que se oponía a Chávez no intentó un golpe militar cuándo el gobernante traicionó el compromiso de respetar las diferencias políticas a su retorno al Palacio de Miraflores, pocas horas después de su derrocamiento. En noviembre del 2002, en un hecho sin precedentes que muchos dirigentes cívicos son incapaces de tener, una amplia representación de los institutos armados venezolanos se congregó por mas de un mes en la Plaza de Altamira, Caracas, para reclamar sus derechos y los del pueblo que habían jurado defender. Si Venezuela ha sido el país donde se han instrumentado con éxito las formulas para imponer un despotismo que pasa por elecciones, pero que no por eso es democrático - Bolivia, Ecuador y Nicaragua- quizás la clase dirigente de Honduras decidió instrumentar por si misma un antídoto de shock, que a pesar de sus graves repercusiones secundarias, consideran mejor que la enfermedad mortal de la democracia que significa el modelo chavista.El presidente Manuel Zelaya estaba en la ruta del chavismo. Control de los poderes del estado. Descrédito y exterminio de la oposición. Liquidación de la libertad de prensa. Supresión de las organizaciones de la sociedad civil que le confronten. Polarización de la nación. Un discurso de odio y revancha que lleva a la intimidación de la ciudadanía por una minoría militante que solo tiene como divisa el odio y la revancha. Reforma constitucional. Reelección indefinida. Cese de la propiedad privada, salvo aquella que se coluda con los intereses que representa el poder político.Que Manuel Zelaya no era un monje carmelita es más que evidente. Preparo una consulta electoral que le daba la posibilidad de argumentar a favor de la reelección presidencial y cuando el Ejército declaró que no favorecía esa comisión depuso a su comandante, lo que demuestra que demandaba en su gestión no el respeto a la Constitución de la Republica, sino incondicionalidad a su mandato.En otros tiempos el general Romeo Vásquez, jefe del Estado Mayor Conjunto, hubiera organizado un golpe militar contra el Presidente Constitucional, sin embargo en esta ocasión no fue así. Se dice que los militares depusieron a Manuel Zelaya por mandato de la Corte Suprema de Justicia, con el respaldo casi absoluto de la mayoría de la Asamblea Legislativa y con la aprobación de todas las fuerzas políticas del país, incluyendo el partido del presidente.Lo ocurrido en Honduras pudo haber sido más aséptico. El Poder Judicial y el Congreso pudieron haber dictado una destitución del mandatario siguiendo los mecanismos legales, y de no existir estos, una actitud refrendada por dos de los tres poderes del estado, habría tenido una fuerza moral, si se tienen en cuenta los antecedentes de Zelaya, una fuerza moral incontrastable. Pero no fue así, los acontecimientos tienen una dinámica propia que a veces supera la voluntad de sus actores.En fin, con las variantes que cada uno apreciemos y en base a los criterios y opiniones políticas que defendamos, se ha producido un evento singular: El populismo chavista ha confrontado con la asociación de instituciones gubernamentales y privadas que rechazan ese proyecto. Hay que impugnar los golpes militares, sin ser miope, pero no sin antes entender que el Socialismo del Siglo XXI promueve una legalidad que se ajusta perfectamente a la unanimidad soviética, los cristales rotos hitlerianos y la censura, represión y campos de concentración de Cuba.

martes, 7 de julio de 2009

Centroamérica: Un cinturón de fuego

Honduras se ha convertido de la noche a la mañana en el país que puede impedir o dar libre paso al nuevo tipo de despotismo inaugurado por Hugo Chávez, e imitado por otros gobernantes populistas.
Los analistas miraban hacia Bolivia, Ecuador y hasta Argentina, como posibles escenarios de una confrontación anunciada. Parecía que esos países iban a ser el teatro de un conflicto inevitable entre el despotismo electoral y los genuinos demócratas latinoamericanos que defienden la alternabilidad democrática y están conscientes de los derechos de las minorías.
Pero fue en América Central, uno de los puntos más sensibles del cinturón de fuego de la política latinoamericana donde se produjo la arremetida. Cierto que en todo el continente se cuecen conflictos e inestabilidad socio política, pero la Patria Grande de Francisco Morazán es sin dudas una de las zonas donde las placas tectónicas de la política hemisférica, se desplazan con mas energía.
Dictaduras como las de los guatemaltecos, Justo Rufino Barrios,1884, con el apoyo de Honduras, emprendió una campaña militar para restablecer por la fuerza la unión centroamericana y declaró que asumía el mando militar de la región. Sus coterráneos, Jorge Ubico y Carlos Castillo Armas, y los gobiernos de los generales que por décadas controlaron la política de ese país, decidieron a su antojo lo que era bueno o malo para sus pueblos sin escatimar en abusos y asesinatos.
En el Salvador, Maximiliano Hernández Martínez, entre otros déspotas, fue sin dudas el más destacado ya que se le acusa de haber asesinado a miles de sus conciudadanos. Este país también conoció una cruenta guerra civil al igual que Guatemala, y tanto los presidentes generales como los subversivos, practicaron la saña y la crueldad con sus enemigos.
Nicaragua tuvo uno de esos dictadores benefactores como algunos tienden a calificar a ciertos déspotas, que tuvieron la "generosidad" de construir una carretera o un edificio monumental. José Santos Zelaya López, fue un autócrata que dirigió los destinos de Nicaragua por 17 años y la dinastía Somoza -Fidel Castro y Raúl Castro no tienen la primicia en este aspecto en el continente- integran la lista de los mandamases de ese país.
Anastasio Somoza García, presidente de Nicaragua entre 1937 y 1947, y entre 1950 y 1956, inició una casta, le siguió su hijo Luís Somoza Debayle, 1956 y 1963, y mas tarde, su otro hijo, Anastasio Somoza Debayle, 1967 y 1972 y entre 1974 y 1979. Entre gobierno y gobierno hacían elegir un presidente que les fuera incondicional, algo así como lo que había establecido el también dictador Rafael Leonidas Trujillo en Santo Domingo.
En 1979, triunfó la Revolución Sandinista. Pocos meses después la guerra civil continua, en esta ocasión para derribar a los comandantes. En 1984 hay elecciones que ganan los antiguos guerrilleros y solo regresan al poder en el 2007, gracias a los pésimos gobiernos de los supuestos demócratas que dirigieron los destinos del país.
Nicaragua fue también escenario de una violenta guerra civil pero con la abierta participación de factores extranjeros. La Unión Soviética y Cuba patrocinaron a los Ortega y Washington no fue remiso en darle su respaldo a la denominada contra.
En Honduras el general Tiburcio Carias Andino, llego por elecciones pero impuso una dictadura, 1933-1949, y su homologo el coronel presidente Oswaldo López Arellano,1965-1974, otro dictador que no entendían de respeto y menos de tolerancia, dio paso a un periodo de inestabilidad política en la que un opresor sucedía a otro.
La hoy muy conocida constitución hondureña de 1982, es consecuencia de la inestabilidad y el abuso de poder de los gobiernos que le antecedieron. El primer presidente que gobernó con esta carta magna fue el controversial Roberto Suazo Córdova, un estrecho aliado de Estados Unidos, a quien algunos acusan de practicar la represión contra personalidades de la oposición.
Eran sin dudas, tiempos duros. La expansión sandinista y la intromisión soviético cubana estaban en un momento critico. Honduras prestó apoyo a las organizaciones que enfrentaron la dictadura sandinista en Nicaraguas y Estados Unidos incremento su presencia militar en el país.
Los recientes sucesos que han tenido lugar en Honduras, trascienden seriamente las fronteras de ese país. No solo porque un golpe de estado, no solo militar, porque contó con el apoyo de dos de los tres poderes del Estados, depuso al presidente constitucional, Manuel Zelaya, que evidentemente estaba buscando una crisis por propia convicción o por encargo.
La legitimidad o no del golpe militar, o si este se pudo evitar, es un punto de discusión importantes pero lo que si es evidentes es que Honduras parece haber sido el escenario elegido por la Concertación Totalitaria para apreciar en que medida el Socialismos del Siglo XXI se imponía en un estado donde no se había producido un estacazo institucional como el de Hugo Chávez en Venezuela. Ellos estaban conscientes de los riesgos, aunque tal vez no esperaban una reacción tan tajante.
La situación presente, mas allá del intervencionismo de Hugo Chávez y sus asociados, nos permite a todos valorar como reaccionan los gobiernos, y la capacidad de la Concertación para desinformar y si a pesar de fracasos, es capaz de reinventarse hasta lograr sus objetivos.
La saga sigue.

Pedro Corzo.
Julio 2009