domingo, 21 de junio de 2009

El Despotismo Electoral

El despotismo electoral parece ser la formula política a usar en el siglo XXI por aquellos gobernantes que tienen una clara vocación autoritaria, pero que gustan vestir su liderazgo con la legitimidad que confiere el voto.

En el Siglo XX, cuando todavía la tecnología de la información estaba en pañales, la práctica para aparentar que el Jefe de Gobierno era un demócrata respetuoso de las leyes, pasaba por la compra de votos, el robo de las urnas electorales o simplemente un conteo fraudulento que favorecía el candidato que amparaba el gobierno.

Aunque en la actualidad esa fórmula no se ha erradicado por completo, también se utilizan otros métodos más sofisticados que permiten encubrir con más eficiencia los verdaderos fines de aquellos que a la vez que buscan el poder absoluto, intentan perpetuarse en el poder.

Uno de los métodos usado es la modificación a conveniencia de los padrones electorales, conceder a extranjeros partidarios del proyecto documentos que lo acrediten como nacionales o reprogramar las computadoras para que alteren el voto emitido por el elector.

Por supuesto que otro avance hacia el control político es la reestructuración de los poderes públicos, en una palabra, establecer lo que algunos denominan dictadura institucional. Juntos a las promesas de reformas, de cambios urgentes se suma la vulgar compra de favores y la no menos prosaica corrupción.

El primer paso es una Asamblea Legislativa, preferiblemente unicameral, en la que la facción despótica pueda actuar como aplanadora de una eventual oposición, y así legislar con la legitimidad que confiere el voto, contra el propio pueblo que la favoreció.

El control del poder Judicial es de suma importancia para que el Gobernante pueda actuar en el marco legal. La capacidad de nombrar nuevos magistrados incondicionales, la posibilidad de desacreditar y posteriormente relevar a los sediciosos es determinante. Jueces incondicionales al Proyecto que encuadren en la legalidad vigente las pretensiones del Conductor, son aspectos que permiten conservar el matiz democrático del gobierno.

Una estructura que merece una atención especial son las fuerzas armadas. El discurso debe ser en extremo nacionalista. Refundacional. Glorificador del rol de los militares en la sociedad. Ofrecimientos de reformas institucionales y modernización de la técnica de combate, junto a la sensibilización del cuerpo armado con los históricos problemas que padece la sociedad de la que proceden. Prebendas, favores, privilegios y honores también integran el cóctel.

El cuerpo electoral es importante. Deben interpretar la reglamentación electoral de forma que favorezca al Mentor, e implementar las nuevas legislaciones y disposiciones según convenga a este.

La sociedad civil, hoy tan compleja y rica en expresiones, también exige una atención y cuidado especial, aunque deben utilizarse otros métodos y tener una mayor flexibilidad. En los primeros tiempos no se puede ser brusco, acosar y menos reprimir, si se quiere aparentar legitimidad y lo que es más importante, sembrar el desconcierto y la duda en aquellos sectores y personalidades que por diferentes motivos pueden estar identificados o inclinados al Proyecto.

Cada entidad ajena al gobierno merece un trato único.

Los sindicatos y colegios profesionales deben ser reinventados. El primer paso es captar sus líderes y ajustar sus fines, pero de no ser posible hay que desacreditarlos, destruirlos moralmente. Han de constituirse instituciones paralelas devotas del gobierno que estén listas para servir como instrumento y base de la nueva sociedad.

Estos nuevos déspotas no tienden a la falsa austeridad de sus predecesores del socialismo real, ni sufren del fanatismo doctrinal de aquellos. Gustan del lujo y del confort y por eso prefieren crear una clase empresarial parásita y dependiente del estado, que cuando llegue el momento puedan enfrentar las corporaciones empresariales y gremios del ramo, que chocan con el proyecto económico gubernamental.

Por supuesto que esto no impide la confiscación y estatización de aquellos sectores de la economía que el Poder pueda valorar como estratégicos, pero por lo regular, habrán excepciones, no buscan el control económico total, salvo en la medida que les permita mantenerse en el poder. Esa es una de las diferencias claves entre el Socialismo Real y al que denominan del Siglo XXI.

Los medios de comunicación ejercen sobre ellos una atracción que es fatal para los profesionales de la comunicación. Son a la vez el personaje de la noticia, y su intérprete. Reproducen aquel viejo dicho de que el individuo era tan protagonista que en el funeral quería ser el muerto, pero también el que despidiera el duelo. Les place ser tratados como estrellas de espectáculos y actuar como tales. En su definición del poder la comunicación directa y masiva con la población es vital, y por eso conducir sus propios programas de radio y televisión es de gran urgencia.

Controlar los medios de comunicación es un objetivo clave en la práctica del poder. La confiscación de los medios es un recurso, pero el preferido es incorporarlos al Proyecto. La prensa "viste" de democracia, y un periodismo cipayo es el traje de gala de la dominación.

Pedro Corzo

Junio 2009

jueves, 18 de junio de 2009

La Integración americana: una promesa por cumplir

Los esfuerzos por unificar a Las América, o por lo menos estructurar una unión de países que en conjunto laboren por intereses comunes, han sido muchos y datan de más de dos siglos.

El Congreso de Panamá, conocido también como Congreso Anfictiónico fue convocado por Simón Bolívar, con el objeto de buscar la unión o confederación de Hispanoamérica, lo que antes habían sido los virreinatos españoles en el continente.

La idea original no fue de Bolívar, el padre de esta utopía fue El Precursor, Francisco de Miranda, quien soñaba reunir a todas las naciones emergentes bajo el nombre de Colombia.

Al congreso asistieron en junio de 1826, representantes de la Gran Colombia que en la época reunía a Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá; también asistieron las Provincias Unidas de Centro América, las hoy repúblicas centroamericanas. México brillo por su ausencia, los países de cono sur y Brasil, tampoco estuvieron presentes.

La Primera Conferencia Panamericana entre 1889 y 1890, fue promovida por Estados Unidos con el propósito de incrementar sus vínculos comerciales con América Latina. En esa época se trataron asuntos relacionados con una unión aduanera, preservación de la paz, mejorar las comunicaciones, uniformar los sistemas de pesos y medidas, derechos de los autores sobre patentes y marcas y la adopción del patrón plata, medidas para controles sanitarios, etc. Temas que aparentemente, con sus variantes, continúan en su mayoría presentes en las agendas de los mandatarios del hemisferio.

Esta conferencia a la que solo faltó la República Dominicana, Cuba todavía no se había independizado, se celebró en Washington y dio paso a una de las muchas organizaciones que se han constituido y que en realidad, en su conjunto, han aportado poco al desarrollo del hemisferio: la Oficina Internacional de las Repúblicas Americanas.
Posteriormente se produjeron otras conferencias: Mexico1901, Brasil 1906, Argentina 1910, que es cuando la Conferencia cambia de nombre y empieza a denominarse la Unión Panamericana. La primera con esta denominación tiene lugar en Chile y la segunda en Cuba en 1928, a la que asistió por primera vez un mandatario estadounidense Calvin Coolidge. Otro encuentro tuvo lugar en Montevideo, y en el posterior de Argentina participó Franklin Delano Roosvelt. Durante la Segunda Guerra Mundial, los gobiernos de Las América sostuvieron varios encuentros de alto nivel en el que debatieron los aspectos de mayor interés para el hemisferio en esa época. En dichas reuniones se fijó la posición de los países americanos en la guerra contra Alemania, Japón e Italia, y se constituyó la Junta Interamericana de Defensa, 1942. Todas estas reuniones procuraron apoyar a Estado Unidos en su esfuerzo bélico contra el Eje.
La Octava conferencia se produjo en Lima y en 1945 se discutió en Chapultepec, México, la identidad de la Conferencia Interamericana, Problemas de la Guerra y de la Paz. Dos años mas tarde en Rió de Janeiro, 1947, se celebró otra conferencia interamericana orientada al Mantenimiento de la Paz y la Seguridad en la que se establecieron los fundamentos del Tratado Interamericano de Asistencia Reciproca, TIAR.
En el periodo que en el que se originó la Guerra Fría se celebró en Bogota, Colombia, la IX Conferencia Panamericana, 1948, que dio origen a la Organización de Estados Americanos y sepultó a la Unión Panamericana. Fue un parto traumático, recordemos que fue en pleno “bogotazo”.
También se aprobaron otros dos tratados en teoría muy importantes, pero que en la práctica han sido poco más que papeles mojados: Tratado Americano de Soluciones Pacificas y la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre.
El papel protagónico de Estados Unidos siguió siendo un factor determinante en la flamante OEA. La X Conferencia de 1954 en Caracas, sirvió para aprobar resoluciones sobre propaganda y actividades subversivas, también se determinó la abolición de la segregación racial y el fin del colonialismo en el hemisferio. Ésta fue la última Conferencia Interamericana. Una proyectada a celebrarse en Quito, Ecuador en 1961, fue suspendida y la OEA se encargo de los encuentros a partir de ese momento.
La OEA, es una organización multinacional de carácter regional. Un foro que tiene como fin fortalecer la paz y la seguridad, consolidar la democracia, impulsar el respeto a los derechos humanos. También se preocupa por la gobernabilidad hemisférica, la solución de los diferendos entre países miembros y el desarrollo económico y social de manera sostenible. La OEA tiene su sede principal en la capital estadounidense y tiene oficinas en todos los países miembros. La Organización en la actualidad está integrada por 35 miembros, pero uno de ellos, Cuba, fue suspendida en 1962, porque en ese momento los países que la integraban, 21, consideraron que comunismo era incompatible con el espíritu de la organización americana. Aparentemente en el presente el marxismo leninismo es compatible con la OEA porque la suspensión fue levantada.
En 1969, en San José, Costa Rica se suscribió la Convecino Americana Sobre Derechos Humanos en la que los estados miembros “ Reafirmando su propósito de consolidar en este Continente, dentro del cuadro de las instituciones democráticas, un régimen de libertad personal y de justicia social, fundado en el respeto de los derechos esenciales del hombre.Reconociendo que los derechos esenciales del hombre no nacen del hecho de ser nacional de determinado Estado, sino que tienen como fundamento los atributos de la persona humana, razón por la cual justifican una protección internacional, de naturaleza convencional coadyuvante o complementaria de la que ofrece el derecho interno de los Estados americanos.”

Diez años después, también en San José de Costa Rica, 1979, se constituyó la Corte Interamericana de Derechos Humanos, una institución judicial autónoma de la OEA cuyo objetivo es la interpretación y aplicación de la Convención Interamericana de los Derechos Humanos.

El 11 de septiembre de 2001, cuando tenían lugar los atentados contra las Torre Gemelas de Nueva York, se suscribió en sesión especial de la Asamblea General de la OEA, la Carta Democrática Interamericana, un instrumento que proclama como objetivo principal el fortalecimiento y preservación de la institucionalidad democrática al establecer que la ruptura del orden democrático o su alteración, que afecte gravemente el orden democrático en un Estado miembro, constituye "un obstáculo insuperable" para la participación de su gobierno en las diversas instancias de la OEA.

Paralelo a la muy criticada Organización de Estados Americanos, cuestionada hasta por quienes la defienden por su falta de operatividad, existe un gran número de organizaciones regionales, entre otras, la recién creada Unión de Naciones Suramericanas, el Grupo de Rió, heredero del denominado Grupo de Contadora, el Sistema de Integración Centroamericana, el Sistema Económico Latinoamericano, Mercado Común del Sur, la Comunidad del Caribe y la Alternativa Bolivariana para las América, ALBA, un invento del presidente Hugo Chávez que con los petrodólares de los altos precios del crudo, dio respuesta a la fallida Área de Libre Comercio de las América, ALCA que promovió el presidente estadounidense Bill Clinton.

Pedro Corzo
Julio 2009

La fraternidad latinoamericana

Los numerosos conflictos bélicos y desacuerdos fronterizos con amagos de guerra, entre las naciones de América Latina, desmienten la divulgada fraternidad hemisférica. Solo unos ejemplos para constatar la realidad.
Prácticamente todos los países de Sudamérica tienen diferendos fronterizos con sus vecinos y el resto del continente no escapa de esa realidad. En ocasiones estas diferencias han generado guerra cruentas y tensiones política de variable intensidad, lo que ha afectado las relaciones, y propicia que ante una crisis generada por cualquier circunstancia, se exacerben los ánimos y ocurran situaciones criticas que pueden desembocar en un conflicto armado de grandes proporciones, si una de las partes no asume plena conciencia del escenario.
Un ejemplo de esta situación fue la movilización ordenada por el presidente Hugo Chávez, cuando fuerzas colombianas ingresaron en territorio de Ecuador para destruir la narcoguerrilla de Raúl Reyes. La actitud de Álvaro Uribe evitó un conflicto bélico de grandes proporciones.
Los problemas hemisféricos se remontan a recién terminada las Guerras de Independencia. La fijación de los límites entre la Gran Colombia, heredera del Virreinato de Nueva Granada y del Virreinato del Perú provocaron un serio de conflicto.
Perú y la Gran Colombia (1828-1829) sostuvieron una guerra en la que el Virreinato de Nueva Granada intentaba recuperar unos territorios. La Gran Colombia fracasó en sus objetivos de intentar recuperar los límites territoriales previos a la independencia.
Desde que Venezuela y Colombia se separaron enfrentan un diferendo fronterizo por el desplazamiento de la línea limítrofe en tierra firme y la no delimitación de las aguas territoriales y submarinas que le corresponderían respectivamente a cada país en la península de la Goajira.
Colombia sostiene otra controversia por límites marítimos con Nicaragua. El país centroamericano hace varios años demandó a Bogotá ante la Corte Internacional de La Haya por la soberanía del archipiélago de San Andrés y Providencia, en el Mar Caribe.
Honduras y Nicaragua sostienen una disputa por 130,000 kilómetros cuadrados de su plataforma en el Caribe. Nicaragua tiene diferencias con Costa Rica por el Río San Juan, que separa ambos países en el sur. El presidente de Honduras, Manuel Zelaya y el presidente de El Salvador, Antonio Elías Saca, les atribuyen a sus respectivos países soberanía sobre la isla Conejo, situada en el golfo de Fonseca.
En 1969 las fuerzas armadas de El Salvador ingresaron a territorio hondureño y lograron avanzar hasta pocos kilómetros de Tegucigalpa, lo que originó la denominada guerra del fútbol que concluyó con la muerte de cerca de 5000 personas.
Venezuela le reclama a Guyana desde 1963 el territorio del Esequibo, planteando que esa región integraba la desaparecida Capitanía General que radicaba en Caracas. Varios incidentes han tenido lugar en la frontera. El 15 de noviembre de 2007 se produjo un incidente cuando unos 40 soldados venezolanos ingresaron a Guyana por las aguas territoriales del rió Cuyuní.
Bolivia tuvo un conflicto territorial con Chile, que involucró a Peru por un acuerdo previo existente entre La Paz y Lima. La Guerra del Pacífico (1879-1883), que ganó Chile, determino que el Departamento de Antofagasta dejara de ser boliviano y que Tarapacá y Arica dejaran de estar bajo la soberanía peruana. El diferendo todavía existe.
Perú y Ecuador enfrentan un largo y en ocasiones sangriento conflicto en las regiones del Amazonas y Los Andes, ejemplos de estos fueron las guerra de 1941/42 y la guerra del Cenepa en 1995. Perú tiene otras diferencias con Ecuador, por discrepancias en parte de su frontera marítima. Algo similar le ocurre con Chile.
La tristemente famosa Guerra del Chaco, 1932-1935, se libró entre Bolivia y Paraguay, por el control de la región del Chaco Boreal. Durante tres años un cuarto de millón de bolivianos se enfrentaron a 150,000 “hermanos” paraguayos. Las bajas en la “familia” fueron de unos 55.000 bolivianos y aproximadamente 40.000 paraguayos. Entre Chile y Argentina existió un serio desacuerdo de soberanía sobre las islas que están situadas al sur de Canal de Beagle. En más de una ocasión se movilizaron fuerzas militares y ocurrieron escaramuzas entre los efectivos de ambos países. El diferendo se resolvió en 1984, por la intervención del papa Juan Pablo II.El Caribe es también escenario de conflictos entre naciones que están obligadas a convivir. Haití y República Dominicana han sostenido a través de los tiempos fuertes y sangrientos enfrentamientos. Haití ocupó el territorio de la República Dominicana durante veintidós años; y este país tuvo que ir a la guerra para alcanzar la independencia.
Desde la primera infancia estamos escuchando sobre la fraternidad de los pueblos de América Latina. Recuerdo aquella América Inmortal que mal entonábamos los estudiantes de primaria en las escuelas cubanas.
La armonía no es real porque los países más ricos de América Latina nunca han prestado un firme y continuo apoyo a los más pobres, salvo que sea por motivaciones políticas, como en su momento hizo Fidel Castro y en el presente ejecuta su heredero Hugo Chávez.
La solidaridad y la convicción de un destino común de Libertad y Democracia entre los pueblo del hemisferio parece ser otro cuento de caminos. Haití padeció crueles dictaduras cuando la mayor parte de las naciones latinoamericanas más poderosas vivían en democracia y Cuba padece hace 50 años un régimen totalitario, y los gobiernos distinguen a los déspotas y disfrutan de su compañía.
Pedro Corzo.
Mayo 2009.

Lula: El arquitecto del Neocastrismo

Pedro Corzo
Abril.2009

Hace pocos meses, después de la segunda vista de Luiz Inacio Lula da Silva en su condición de jefe de estado a Cuba, Fidel Castro escribió una reflexión acerca del mandatario brasileño.La reflexión destacaba las diferencias entre el ex vicepresidente nicaragüense Sergio Ramírez y Lula da Silva. Subrayaba Castro en su escrito el sentido de la lealtad del líder del Partido de los Trabajadores de Brasil, que se manifiesta, en su opinión, “en la fidelidad a las ideas, a la patria, al amigo, al hermano, al compañero, a las causas nobles y justas por las cuales el hombre llega a arriesgar e, incluso, a ofrendar la vida”.Los elogios a da Silva, contrastaban con las criticas que hacía a Ramírez, en cuya casa había conocido al dirigente obrero en julio de 1980, quién estaba acompañado en aquella ocasión por su amigo y compañero de militancia, el inefable Frei Betto, quien manifestó en una ocasión “El Che es el San Francisco de la Política” y “Cuba es para mi un paradigma”.La política de estado de Brasil a favor de la reinserción de Cuba al ámbito político americano, sin que en la isla se hayan producido cambios hacia la democracia, es un proyecto que Lula da Silva ha promovido con mucha eficiencia y que le hace merecedor de los elogios de su mentor.Los resultados obtenidos por el mandatario brasileño han sido más efectivos que los impulsados por la troika integrada por Hugo Chávez, Evo Morales y Daniel Ortega, mandatarios de Venezuela, Nicaragua y Bolivia respectivamente.Mientras la troika populista, en particular el auriga del armatoste, Hugo Chávez, ha gritado y escandalizado, adorado en público a Fidel Castro, glorificado la Revolución y denostado de Estados Unidos; da Silva ha estado trabajando a favor de la perpetuación del régimen cubano y de su reinserción institucional en el hemisferio de forma discreta, efectiva y sin hacer enemigos.Por supuesto que el resultado de la labor de Lula es en gran medida consecuencia de haber actuado hasta el momento como un demócrata consecuente. No se le aprecian las veleidades continuista de Álvaro Uribe y menos la pasión totalitaria que corroe a Hugo Chávez y a Rafael Correa.Su gobierno, aunque zarandeado por escándalos de corrupción, es respetado por la comunidad internacional y en particular por las transnacionales. Tampoco debemos pasar por alto que gobernar un país como Brasil le aporta un peso especifico de suma importancia, por lo que sus opiniones y juicios no pueden ser obviados fácilmente.El régimen totalitario de los Castro siempre ha estado presente en la hoja de trabajo del Partido de los Trabajadores, a pesar de que un importante sector de esa agrupación política brasileña persistentemente ha defendido el pluralismo político y la democracia. Una contradicción que aparentemente es consecuencia de la admiración y la gratitud que da Silva y el propio PT. siente por Fidel.Después del primer contacto las relaciones entre Fidel Castro y Lula da Silva se fortalecieron. Lula viajó a La Habana en 1989, cuando se preparaba para presentarse por primera, de cinco, como candidato a la presidencia de su país. En las elecciones, 1990, en la que resultó electo Fernando Collor de Mello, Castro que se encontraba en Brasil, visitó a Lula cuando el resto de los invitados solo compartían con el vencedor.De ese gesto de Castro, que indiscutiblemente ha tenido un especial olfato para descubrir aliados para los tiempos difíciles, comentó Lula da Silva “En nuestra larga amistad, Castro ha tenido gestos inovidables…..Al otro día, vino a mi casa a visitarme, fue un gesto que nunca olvidaré".En 1990 el Partido de los Trabajadores, en coordinación con la dictadura cubana, hizo pública la fundación del Foro de Sao Paulo, una agrupación que reune a numerosos partidos de la izquierda latinoamericanos entre los que se contaban desde los llamados progresistas del PRD mexicano hasta los guerrilleros del salvadoreño Frente Farabundo Martí y las terroristas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Desde ese organismo el PT. prestó una gran asistencia a Castro, dando los primeros pasos para eliminar el parcial aislamiento diplomático, comercial y mediático que Cuba enfrentaba y que se había agravado con el fin de la URRS.Por otra parte medios de prensa brasileños reseñaron que Lula da Silva ganó las elecciones del 2002 con el apoyo económico de las FARC, cinco millones; otros medios informaron que La Habana entregó al PT 3 millones de dólares para la campaña, a pesar de que el financiamiento externo de los partidos está prohibido por las leyes electorales de Brasil.En septiembre de 2003, Lula viajó a Cuba, con su antiguo jefe de la Casa Civil, José Dirceu, que durante años vivió asilado en la isla y fue favorecido por el régimen de los Castro. Entre los acuerdos bilaterales se destacaron las inversiones de Petrobras y la construcción de una nueva embajada, que sería levantada en un terreno de 8 mil metros cuadrados del barrio capitalino de Miramar, donado por Castro, y cuyo diseño fue confiado al arquitecto Oscar Niemeyer.Posteriormente cuando tuvo lugar en Cuba la transferencia de poderes de Fidel Castro a Raúl, Lula da Silva dijo “El mito continúa. Fidel es el único mito vivo en la historia de la humanidad. Tomó esta iniciativa y creo que eso debe ser bueno para Cuba,- aparentemente para da Silva, Castro es Cuba- de forma que Brasil está satisfecho que sea así, un proceso muy tranquilo".Brasil ha sido el agente catalizador para que América Latina establezca una Política Común hacia Cuba. Logró el ingreso de la isla en el Grupo de Rió. Trató el caso cubano con el presidente Barack Obama durante su visita a la Casa Blanca y ha insistido en todos los foros internacionales de que el régimen totalitario cubano debe ser respetado y aceptado tal y como es.Sin dudas, Brasil tipifica la postura de América Latina hacia el régimen de Fidel Castro, que nunca se ha caracterizado por una posición doctrinal contra el totalitarismo insular; pero al parecer Lula da Silva se siente obligado con Fidel Castro y la Revolución cubana de manera personal.Al parecer para da Silva es importante que la utopía cubana sobreviva y por eso la defiende, pero no de forma ciega y torpe como Hugo Chávez, lo que lo convierte en el mejor aliado del castrismo. Sin dudas, Lula ha hecho un gobierno sobrio y equilibrado, ajustado al sentido común, pero ese sentido y el decoro, le falta cuando contempla la situación cubana.Al igual que otros dirigentes políticos, el mandatario brasileño interpreta la sucesión de Raúl por Fidel Castro como una renovación del gobierno de la isla, un cambio hacia formas mas abiertas de gobierno y de ahí su disposición a una asociación mas estrecha con La Habana.Algunas de sus declaraciones hacen creer que está convencido que Fidel usó su enfermedad como un pretexto para iniciar un proceso de renovación; por eso dijo en una ocasión “La impresión que sentí fue que Fidel estaba analizando la situación política y quería crear las condiciones para que esto ocurra", y agregó que en su encuentro con Castro tuvo la convicción de que el líder cubano tenía perfectas condiciones intelectuales para reasumir el poder.De Raúl Castro dice “es un hombre altamente preparado. Tiene una visión del mundo muy importante.”Para Luís Inacio Lula da Silva, es importante adecuar la política a los tiempos y dejar atrás conductas propias de la Guerra Fría, pero aparentemente ese argumento solo es válido en lo que es útil al gobierno de La Habana, porque aunque ha visitado la isla en numerosas ocasiones nunca ha indagado por los prisioneros de conciencia, mostrado interés por la ausencia de pluralismo político, la falta de libertad de prensa, o intentado conversar con un miembro de la oposición tal y como hizo Fidel Castro con él en 1990.