El régimen cubano aunque ha hecho el papel de victima de Estados Unidos por más de cinco décadas, ha recurrido a numerosos y variados recursos para espiar, o al menos influenciar, en el gobierno y la clase dirigente de este país.
Aun antes de llegar al poder, los partidarios de Fidel Castro que militaban en el Movimiento 26 de Julio constituyeron células en las ciudades más importantes de
Una parte de los que integraron las delegaciones del M-26 de Julio regresaron a la isla al triunfar
En ese periodo fundaron grupos de influencia que se pusieron a la tarea de defender en todas las instancias y de diferentes maneras el proceso revolucionario y en particular a Fidel Castro, que de hecho para los partidarios del dictador cubano eran una sola entidad.
Tan temprano como el 28 de septiembre de 1960 en un discurso a su regreso de Naciones Unidas el dictador cubano reconoció que se había creado en el país del norte grupos defensores de su proyecto, dijo, "muchos ciudadanos norteamericanos, sobre todo hombres de pensamiento libre, escritores ilustres, gente honesta que han tenido el valor de expresar públicamente allá mismo sus simpatías por
Agrupaciones similares a esta, con diferentes nombres pero iguales objetivos fueron creadas a lo largo y ancho del país, Lee Harvey Oswald, el asesino del presidente John F. Kennedy, dirigió una de ellas. Las universidades y los sectores intelectuales siempre fueron objetivos priorizados.
Cuba fue punto de encuentro para los estadounidenses contrarios al sistema. Uno de los que participó en estos eventos fue Jack Barnes, que a su regreso a Estados Unidos se afilió a
El Departamento de Estado de Estados Unidos publicó en el 2008, una hoja informativa en la que expone parte la trayectoria del espionaje cubano y expone ejemplos de las actividades de los agentes castristas. El informe demuestra que
Algunas secciones del informe refieren:
Ana Belén Montes, analista de
Espías de la isla, conocidos como
Un funcionario de Inmigración estadounidense, Mariano Faget, pasó información sensible a un socio comercial vinculado a la inteligencia de Cuba. Como consecuencia de este caso, dos diplomáticos cubanos fueron expulsados de Estados Unidos por actividades de espionaje.
Durante un período de 15 años, de
Los espías cubanos también tuvieron éxito al penetrar la organización Hermanos al Rescate. El agente infiltrado en la agrupación radicada en Miami fue Juan Pablo Roque, un ex piloto de aviones MIG-23, que había desertado en 1992 y que logró convertirse en un informante pagado por el FBI.
Roque desertó otra vez, pero en esta ocasión a Cuba, el mismo día del derribo del avión de Hermanos al Rescate en febrero de 1996. Manipulando los hechos el espía y traidor denunció en
Un ejemplo similar es el caso de José Rafael Fernández Brenes, quien en 1988 abandonó un buque mercante cubano. De
Un caso no presente en el informe es el del profesor universitario Carlos Álvarez, doctor en Psicología Clínica y profesor asociado al Departamento de Estudios de Liderazgo y Política Educacional y su esposa, la sicoterapeuta especializada en tratamiento de grupo y coordinadora del programa de capacitación en el área social, Elsa Prieto. Ambos fueron acusados y condenados por espiar contra Estados Unidos a favor del gobierno de Cuba. Enviaban y recibían mensajes cifrados a la isla. Según la acusación Álvarez había espiado para Cuba desde 1977 y su esposa desde 1982.
Por ultimo y, por ahora, el matrimonio compuesto por Walter y Gwendolyn Myers, espió por 30 años a favor del régimen de
Pero antes de cerrar estos apuntes hay que valorar las declaraciones del teniente coronel Chris Simmons, un oficial de contrainteligencia del Ejército de Estados Unidos que declaró a The Miami Herald que entre 9 y 18 meses después del desmantelamiento de la red Avispa, 1998, el número de agentes y oficiales de inteligencia cubanos en el estado de
Es una realidad que el espionaje practicado por el régimen castrista contra Estados Unidos demanda un trabajo mas amplio, pero de momento solo entregamos estos apuntes que permiten apreciar el nivel de ingerencia de Cuba que, para ser preciso, no solo se ha limitado a espiar, sino también a respaldar grupos violentos que practicaron el terrorismo como los Panteras Negras y Los Macheteros.