domingo, 22 de agosto de 2010

El Legado de Uribe

 

Álvaro Uribe interpretó a cabalidad las necesidades de su país y en consecuencia logró cotas en la seguridad y la economía que no tienen precedentes en la historia reciente de la nación.

El mandatario colombiano llegó al poder con un proyecto que tenia como fundamento la Seguridad Democrática y el  compromiso de acabar con la guerrilla, el narcotráfico y los paramilitares. También prometió mano firme y cero concesiones a los terroristas, independiente del compromiso ideológico que estos proclamaran promover.

Uribe había sido alcalde de Medellín, gobernador de Antioquia y senador de la República. Su militancia en el Partido Liberal no le impidió tener puntos de vistas propios y defenderlos cada vez que lo requerían las circunstancias.

El primer gran fruto de su mandato fue el acuerdo con los paramilitares agrupados en las  Autodefensas Unidas de Colombia, 2003-2006, que dio inició a un proceso de desarme que culminaría en un posterior paso de reincorporación a la vida civil de los paramilitares. Algunos dirigentes fueron a prisión y otros extraditados a Estados Unidos.

Las AUC, surgidas en la década de los 80 fueron responsables de un importante porcentaje de los crímenes que tuvieron lugar en Colombia en los momentos más críticos de la guerra. El sadismo de los paramilitares se igualaba con las de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y del Ejército de Liberación Nacional.

Según el gobierno de Uribe unos 32,000 paramilitares dejaron las armas en el 2006. Otras organizaciones difieren de la cifra oficial planteando que en el mejor de los casos solo 16,000 irregulares se entregaron.

 Un hito en la lucha contra las guerrillas terroristas fue la muerte en territorio ecuatoriano del segundo al mando de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Luis Edgar Devia Silva, alias Raúl Reyes.

Otro golpe fue la muerte del fundador y líder  del grupo de las FARC, Pedro Antonio Marín, también conocido como "Marulanda" o "Tirofijo"; pero sin dudas la acción mas demoledora moral y material para los irregulares fue la Operación Jaque, en la que se logró el rescate de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, tres rehenes estadounidenses, 11 soldados y policías, sin que hubiera que derramar una gota de sangre.

El pragmático presidente Uribe se equivocó cuando decidió comisionar a su homólogo Hugo Chávez como mediador con la FARC, en el asunto de los rehenes. El mandatario debía saber que Chávez esta ideológicamente muy próximo a los subversivos y que favorecería un cambio en el mapa político colombiano.

Pero el presidente Uribe se ha caracterizado por ser un hombre firme en sus conceptos y acciones,  y no vaciló en terminar con la mediación de Chávez.

Sus éxitos en seguridad estuvieron acompañados de otros logros, que aunque menos espectaculares, dejaban también apreciar el deterioro de los insurgentes y lo efectivo de su gobierno.

En la economía también tuvo importantes logros. Las inversiones extranjeras se incrementaron. El comercio se diversificó y se amplió el número de países con los que Colombia sostiene transacciones comerciales y financieras.

Aunque durante su mandato disminuyó el desempleo, el porcentaje siguió siendo elevado y la desigual distribución de las riquezas continuó afectando a la sociedad en general. Según las estadísticas durante los ocho años de su gobierno se redujo la pobreza del 53 por ciento al 46.

El saldo general de su gobierno es positivo. Las condiciones de vida del ciudadano mejoraron. Disminuyeron radicalmente los ataques, secuestros y atentados. Las bajas y arrestos entre las fuerzas guerrilleras se incrementaron, al igual que las deserciones entre las fuerzas terroristas, y  por primera vez los servicios armados de la Republica tomaron la iniciativa en el conflicto.

Uribe dejó la primera magistratura de Colombia en el marco de una  estabilidad que no se había conocido en décadas, al extremo que en su reelección en el 2006 consiguió un apoyo superior al que habían alcanzado en las elecciones de cuatro años antes. 

El sol de de Uribe también tiene manchas. Existen serias denuncias de violación a los derechos humanos bajo sus mandatos. Los denominados "falsos positivos"  en los que militares asesinaban civiles que después informaban habían caído  en combate oscurecen muchos de sus éxitos. Sin embargo en relación a los años anteriores, la situación de los Derechos Humanos ha mejorado en todo el país.

Cierto que Uribe tiene vocación de poder. Reformó la constitución colombiana para un segundo periodo y no vaciló en crear condiciones para que sus partidarios por medio de otra  reforma a la carta magna impulsaran una campaña que le permitiera participar en una segunda reelección, pero cuando se percató que sus propósitos podrían afectar la estabilidad que había alcanzado el país, desistió de sus intenciones.

Este es una aspecto del que se diferencia radicalmente de Hugo Chávez, quien aspira al poder de manera perpetua, aunque para conservarlos tenga que recurrir a la fuerza y violentar las leyes del país. Uribe ha trabajado por la paz dentro y fuera de Colombia, Chávez está dedicado a la generación de conflictos, a la promoción del caos para mantenerse en el poder.

Por otra parte Uribe no proyectó  hacia el exterior las fórmulas que le permitieron en Colombia cosechar éxitos importantes. Hubiera hecho falta que el mandatario, sin aproximarse al hegemonismo de Hugo Chávez o Fidel Castro, se hubiera esforzado por difundir más allá de las fronteras de su país, junto a su proyecto de Seguridad Democrática, otro no menos importante, el de la Solidaridad Democrática, porque no hay paz en casa cuando la de los vecinos arden.

 

Pedro Corzo