domingo, 23 de agosto de 2009

Hugo Chávez, Emperador de Las Américas.


 

El presidente Hugo Chávez tiene una clara vocación imperial. Su influencia esta presente en numerosos países, pero en particular en Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Cuba y aunque esa preponderancia esta sostenida por un río de petróleo es también una realidad que el Proyecto que defiende coincide con las expectativas de otros políticos del hemisferio que no tienen su dinero, pero que si piensan políticamente igual que el nuevo Iturbide latinoamericano.

 

Chávez tiene en mente un imperio. Crear una especie de Unión de Republicas Latinoamericanas que en principio no estaría unida geográficamente, pero si por interese políticos y económicos  comunes. Por supuesto que  seria el conductor bajo la mirada satisfecha de un  Fidel Castro que siempre soñó controlar América para imponer el despotismo que impera en Cuba hace casi cinco décadas. Remedando una consigna castrista que dice: "Martí te lo prometió y Fidel te lo cumplió", seria "Fidel lo soñó y Chávez lo realizó".

 

Vocación imperial aparte,  creo  que los que han subestimado al presidente Hugo Chávez han cometido un grave error, tal y como ocurrió con representantes de la clase política cubana que en 1959 creyeron que manejarían a Fidel Castro con la punta del dedo meñique. El tiempo nos hizo ver que Castro, tenía más talento,  menos escrúpulos  y  superaba en crueldad  a todos los que le habían precedido en la política cubana.

 

Algunos plantean que Chávez no es un hombre inteligente y que a veces actúa torpemente, pero  esa posible verdad   contrasta con hechos concretos, porque si no es inteligente tiene excelentes instintos de sobrevivencia y ha sabido escuchar consejos para mantenerse en el poder e inaugurar una formula que legitima la autocracia y sirve de escalera para el establecimiento de una dictadura política refrendada por elecciones multipartidistas con observadores internacionales.

 

Chávez mas allá de la antipatía que genera en numerosos sectores por sus proyectos políticos, también es rechazado por sus alardes, vulgaridades y buhonerías, es un hombre que ocupa un espacio real y nadie puede obviar su presencia y accionar político y por ese motivo pudo acceder a la Presidencia de su país,  a pesar de haber fracasado en la intentona golpista de febrero de 1992.

 

Es evidente que es  un personaje difícil de entender, pero mas complicado aun es aceptar que personas con conocimientos políticos, dentro y fuera de Venezuela,  le apoyen de manera incondicional, mas allá de los petrodólares que el gobernante venezolano maneja. Parece que la frustración y la ambición son más poderosas que el sentido común, porque a la larga muchos de estos peldaños se quiebran y abandonan el proyecto, pero ese es tema para otro articulo.

 

Nadie escuchaba lo que ocurría en Cuba. El discurso supuestamente justiciero enfocado contra un enemigo en particular, Estados Unidos, cegó a muchos. La propia dirigencia política venezolana, con honrosas excepciones como Rómulo Betancourt, fue, en el mejor de los casos, cómplice por omisión de lo que paso en la Isla y tal parece que el señor Secretario General de la Organización de Estados Americanos, José Manuel Insulza, y jefes de gobierno como Lula da Silva, Néstor Kichner y  Michelle Bachelett,  no se percatan que si las bardas del vecino arden, las propias se pueden quemar. La historia se repite.

 

Por otra parte contar con una cuenta personal que supera los sueños mas delirantes de riquezas le ha permitido copiar el clientelismo político romano, no solo en lo que respecta al respaldo  de los patricios del autoritarismo latinoamericano y mundial, sino que también le provee de la capacidad de alquilar pretores que conduzcan legiones de desestabilización continental.

 

Su recientes declaraciones sobre lo que pasaría en Bolivia de producirse una agresión contra el presidente Evo Morales,  mas que una ingerencia es un mensaje claro y definido de que esta dispuesto a reeditar las formulas de la subversión castrista que desestabilizo a todos los países del continente en la década del 60 y 70. Otro aspecto, su estrecha alianza con Irán  tiene ciertas semejanza con la que le permitió a Cuba enviar tanquistas a Siria e infantería a Argelia,  cuando el conflicto con Marruecos.

 

No es prudente continuar considerando a Chávez un bufón multimillonario que abraza una utopía reeditada, tampoco es conveniente mirarlo como un simple apéndice de Fidel Castro o del totalitarismo insular, tal vez empezó así, pero hoy es otro individuo, es un hombre con ambiciones propias que pretende realizar con métodos legales, si se lo permiten las circunstancias, pero también con violencia, lo que Castro trato de hacer con las armas.

 

"Lo que está pasando en América latina es un silencio cómplice sobre Hugo Chávez", dijo Gustavo Coronel, ex parlamentario opositor venezolano y politólogo especializado en temas de corrupción.

 

Es difícil que lo logre, lo más probable es que fracase, pero entre tanto muchos pueden morir, otros ir a la cárcel o el destierro. Cuanto dolor le espera a Venezuela, cuantas angustias depara el futuro por culpa de otro que se cree redentor y que va rumbo a al periodo más oscuro de las cavernas.

 

Octubre 2007



Pedro Corzo