Recuerdo con regularidad que hace más de tres décadas, Luís Ubierna Castellano, ¿dónde estará?, decía con frecuencia: "Un hombre inteligente, casi siempre está agobiado por las dudas y contradicciones", frase que me hace pensar que un grupo de mis amigos y yo reunimos un universo de sabiduría.
Pero bien, de lo que nunca el muy inteligente Luís habló fue de las contradicciones en que inciden las personas que nos rodean o de la forma en que un disidente sistemático puede conciliar los diferentes mundos que chocan con sus proyecciones y acciones; porque repito, de ser cierto lo que decía Luís, este mundo está poblado por seres desesperadamente inteligentes y nada cuerdos.
Trataré de ser más explícito, leo y releo y tengo dudas de que ustedes me entiendan, o Uds., tendrán dudas de lo que refiero. Voy por partes:
DEL MUNDO EXTERIOR:
Los tribunales muchas veces imponen leves sanciones a criminales confesos o les indultan por buena conducta en el penal para que la tengan bien mala en la calle. Luchadores contra el aborto favorecen la pena de muerte y hay quienes defienden el aborto y rechazan esa pena. Se destinan inmensas riquezas a rescatar valores culturales de pueblos que están muriendo de hambre y corroídos por el analfabetismo. Misiones de paz con helicópteros artillados y tropas especiales. Hombres de la fe que seducen y corrompen a menores.
Ultra nacionalistas que sitúan fortunas propias o robadas en bancos extranjeros, se atienden en clínicas extranjeras y pasan las vacaciones fuera del país. Grupos que negocian la paz incrementando su manera de hacer la guerra. Personas que denuncian el racismo y en ellas está implícita una variante del mismo. Defensores de la vida que cuestionan el derecho que un individuo tiene a escoger el momento y la forma de quitársela. Maestros que no gustan de los niños. Médicos que preguntan por la cuenta bancaria antes de atender al paciente. Hospitales que se niegan a operar porque el individuo fuma.
DEL MUNDO INTERIOR:
En fin, éstas y muchas más, son contradicciones agobiantes y universales, pero los cubanos podemos sumarles a las anteriores las propias, ya que como somos los más inteligentes del mundo tendríamos hasta que coger palco para ver las nuestras:
Defensores del embargo que envían paquetes y dinero a Cuba. Medios de comunicación que impulsan el reconocimiento de las sanciones a la dictadura y sus patrocinadores son agencias de viaje y envío de paquetes. Socialistas que dan agasajo en hoteles de lujo y con champaña. Pacifistas y no violentos que siempre están ensillados (con un arma en la cintura) y coleccionan armas en sus casas. Personas que entran y salen de Cuba legalmente y todavía se dicen exiliados. Generales y agentes de inteligencia del castrismo que en menos de 24 horas se convierten en defensores de la fe del odiado imperialismo.
Activistas que dirigen aparatos políticos y defenestran a sus más firmes colaboradores. Humanistas que no valoran la amistad y la familia. Antiguos propietarios que lo ceden todo y desposeídos fanáticos del derecho a la propiedad. Dialogantes parlanchines con el castrismo y mudos y sordos de tapia con quienes lo combaten. Beligerantes que le tienen miedo a las armas. Algunos que quieren reconstruir a Cuba y nunca han trabajado.
Supuestos o reales terroristas que enjuagan los ojos con extrema facilidad. Impugnadores de las libertades en el exilio que se han hecho millonarios con la dictadura. Individuos que tienen más de tres décadas fuera de su patria y la tienen siempre en el corazón y otros que la repudian a las 24 horas de salir de ella. Víctimas que no sienten odio y victimarios que ansían vengarse en sus antiguos compañeros. Grupos contra el embargo a Cuba que apoyan los de Haití y Sudáfrica. Personas que defienden la dictadura pero no soportan vivir en ella.
Denominados pastores que salen al exterior para luchar contra el embargo y llevar artículos a nuestros familiares a Cuba cobrándonos dólares por libras como cualquier agencia de envíos. Gentes con piel de oveja y garras de lobo que hablan de reconciliación con el frío cálculo del oportunismo y guerreros del discurso que no tienen coraje para aplastar una cucaracha.
Eso y mucho más somos nosotros. Somos Generosos y Avaros. Créeles y Piadosos. Leales e Infieles. Perseverantes e Inconstantes. Tolerantes e Intolerantes. Justos e Injustos. Sí Luís, somos contradicción y concordancia. Sublimes y Ridículos. En fin Luís, somos Cubanos.
Mayo 1995
Pedro Corzo
